A medida que el cambio climático continúa impactando los deportes de invierno, las estaciones de esquí de toda Europa están tomando medidas para reducir su impacto ambiental.
Si bien el esquí tradicionalmente requiere un consumo energético considerable para los remontes, el acondicionamiento de pistas y la calefacción de los chalets, muchas estaciones ahora priorizan la sostenibilidad y un futuro más verde.
Desde la inversión en energías renovables hasta la implementación de iniciativas de transporte ecológico y la protección de los ecosistemas locales, muchas estaciones de esquí europeas están implementando cambios para mitigar los efectos del cambio climático y proteger nuestros entornos montañosos.
Elegir una estación de esquí sostenible es una excelente manera de minimizar el impacto ambiental mientras disfrutas de la montaña.
Cada vez son más las estaciones Europeas que se suman al carro de la sostenibilidad, a continuación te dejo algunos ejemplos:
• Finlandia
No es el primer destino que viene a la mente al pensar en esquiar en Europa; sin embargo, es líder en sostenibilidad.
Desde 2008, Pyhä ha reducido su producción de CO₂ en un 90 % gracias al uso de combustibles renovables.
Hacer que el complejo sea libre de automóviles, lo que le ayuda a ganar el título de uno de los centros de esquí más sostenibles de Europa.
Aprovechando su ubicación geográfica, Pyhä utiliza calefacción geotérmica y calefacción de biodistrito para mantener calientes casi todas las propiedades de la estación. Esto ha reducido drásticamente las emisiones de CO₂.
• Austria
El área de esquí SkiWelt Wilder Kaiser, que incluye las estaciones de Brixen im Thale, Ellmau , Going , Hopfgarten, Itter, Scheffau , Söll y Westendorf, está reconocida como una de las más sostenibles de Europa y del mundo.
Sus 83 remontes funcionan con electricidad 100 % renovable, los puntos de carga para vehículos eléctricos en los remontes suelen ser gratuitos y la estación ha realizado mejoras e invertido en aislamiento para ahorrar energía.
La sostenibilidad también se extiende más allá de las pistas al sector de la hostelería, ya que todos los restaurantes locales priorizan los productos regionales y de temporada, reduciendo las emisiones de CO₂ y apoyando la economía local.
Ubicada en los Alpes tiroleses, St. Anton utiliza el cercano embalse de Kartellsee para generar energía hidroeléctrica.
Esta energía hidroeléctrica es suficiente para abastecer a toda la estación, lo que la convierte en una de las estaciones de esquí más ecológicas de Austria.
El complejo cuenta con conexiones directas desde ciudades como Zúrich, Innsbruck y Viena en tren.
Además, un eficiente sistema de autobuses eléctricos dentro del complejo ayuda a reducir el tráfico y la contaminación. Alrededor del 80 % del transporte local en St. Anton ya es eléctrico.
• Suiza
Zermatt es una de las mejores estaciones de esquí de Suiza, conocida por sus impresionantes paisajes alpinos y su firme compromiso con la sostenibilidad.
Esta estación peatonal anima a los visitantes a llegar en tren en lugar de volar o conducir.
El tráfico vehicular es limitado dentro de la ciudad y el principal medio de transporte son los minibuses eléctricos.
En la estación del teleférico 3S, los paneles solares generan energía equivalente a la de 35 hogares, lo que reduce la emisión de 23,4 toneladas de CO₂ al año.
Muchos edificios, como el Matterhorn Glacier Paradise, a 3883 metros, dependen completamente de la energía solar para calefacción, iluminación y ventilación.
Verbier es una de las estaciones de esquí más sostenibles de Suiza.
El complejo ha reducido significativamente su huella de carbono en los últimos años invirtiendo en energía verde e infraestructura eficiente.
Su extenso sistema de telesillas ahora funciona con electricidad 100 % renovable.
Además, la red ferroviaria suiza funciona en más del 90 % con energía hidroeléctrica, lo que la convierte en una de las opciones.